8/2/10

De la presidenta

Laura Chinchilla Miranda se convierte este 7 de febrero en la primera mujer cabeza de Estado de nuestro país y con ello se abren miles de interrogantes en mi cabeza, interrogantes que se suman a otras tantas que ya rondaban por mi mente.

Recuerdo que hace poco menos de un año tenía una charla con una profesora del Centro de Estudios Generales de la UNA sobre la conveniencia o no de un gobierno de la verdiblanca.

En su contra sobraban los argumentos y a su favor escaseaban las ideas, pero llegamos a la conclusión de que con su discurso inexistente, poca personalidad y falta de coherencia doña Laura no era más que un títere mal intencionado, manejado por los Arias y propiciador del continuismo.

Hoy vemos como analistas expresan que la señora Chinchilla ha ganado por miles de mujeres que le dieron su voto , simplemente para tener el "honor"de ser gobernadas por una mujer, sin contemplar lo que esta decisión le hacía al país y sin detenerse -siquiera por un minuto- a pensar y utilizar la razón en lugar del corazón.

Ana Lucía Rincón, profesora de el Centro de Estudios Generales ( y feminista empedernida ) coincidía conmigo en que no nos servía de nada tener a la primera mujer presidenta si esta estaba allí por mera politiquería , por jugarretas de poder, por gente desinformada o que se deja llevar por las masas y por otras razones que de mencionar harían de este post una demasiado extenso.

Por ello queda la reflexión en el aire.... ¿Debemos estar orgullosos de nuestra pionera? ...¿ o deberíamos avergonzarnos por haber elegido a la ligera a doña Laura? A mi parecer...solo el tiempo dirá que tan equivocados estábamos y cual de estas dos preguntas será respondida.

7/2/10

¿Firme y honesta?



Hoy al ser las 8:35 recibí la noticia de que, como todos los pronósticos apuntaban, doña Laura Chinchilla es la nueva presidenta electa de nuestra querida tiquicia.

Con un cuarto del padrón escrutado y con Otto y Ottón prácticamente empatados en un segundo lugar que no llega ni a la mitad de los votos que tiene la verdiblanca no nos queda más que aceptar que una vez más la democracia ha tomado el camino del continuísmo. Ya sea por el miedo al cambio o a una Costa Rica más solidaria, lo cierto es que ni las alianzas ni la conciencia pudieron contra una perfectamente engrasada máquina de poder.

A mi parecer esto es lo peor que le pudo suceder a Costa Rica, pues tener una persona con un discurso prácticamente inexistente a la cabeza del Estado es motivo de sobra para preocuparse.

En este momento solo podemos aceptar el resultado y esperar habernos equivocado con doña Laura, porque en este momento no hay nada que más desee que haberme equivocado. Ojalá y sea cierto que no es títere de nadie, ojalá y sea cierto que no fue puesta ahí...y que todo "su discurso electoral" -si es que lo existió- sea verdadero.

Este es el momento de olvidar las diferencias y empezar a trabajar por salvar lo que queda de este país, ojalá y la verdiblanca no se nos eche para atrás y trabaje de manera seria , firme y honesta , en conjunto con las demás fuerzas políticas , para sacar este país ADELANTE >.